miércoles, 28 de enero de 2015

Mientras dormías

Tengo toda la vida para perderte entre mis sábanas, pero sólo tuve un momento para poder meterte entre ellas.

Yo no era uno de esos perturbados que te quería antes de conocerte ni que te amaba locamente a las semanas de haber hablado contigo,yo quería el roce de tu dulce piel sobre la mía, tu voz cálida en mis oídos y tus manos arrastrando mi cuerpo al más dulce infierno,tu templo.

Como era de esperar esto jamás llego,lo que me hizo ser un ente soñador. Habían más mujeres pero no eran tú, así que existía un vacío que no llenaría con facilidad. Caminaba como todas las mañanas a la pista de atletismo donde solía entrenar, al llegar ahí estabas tú haciendo tus estiramientos rutinarios, me saludabas cortésmente y por dentro me ardía el pecho,si la adolescencia no fue fácil esto tampoco prometía serlo.
Quizá os lo preguntéis o quizá no,pero en un momento de nuestras bonitas vidas decidí lanzarme a la piscina que en este caso me esperaba vacía para recogerme con los brazos bien abiertos.

Aquella mañana debí de levantarme motivado, finalizaba los exámenes ese mismo día, tenía planes y otros en mente que me parecían mejores. Hice lo de cada mañana, el pan de cada día antes de salir de casa,me retoque la barba, me puse mi camisa favorita de salir, aunque fuese a clase tenía que estar pintón,me sentía guapo y eso no me pasaba todas las mañanas. Hacía bastante sol,el día estaba hecho para mí, cogí la bici,me miré en el reflejo del móvil antes de subirme a la bici,sonreí,me monté y comencé a pedalear camino de la universidad. Al llegar me encontré con varios compañeros de clase,la mayoría acudían nerviosos al examen, pero esa no era mi intranquilidad, hoy no. Entré e hice lo que tenía que hacer, finalicé el examen de los primeros, cogí mi bolsa y me marche sin hacer ruido. Al cruzar el marco de la puerta llegó mi nerviosismo, mi plan era ir al campo de atletismo y así iba a hacer,de hecho así lo hice.
Llegué un poco cabizbajo al campo,temía que cuando fuese a buscarla con la mirada no diese con ella, pero no fue como temía, pronto di con ella, allí estaba haciendo sus estiramientos a la hora esperada. Me acerqué simpaticamente sonriendo, ella levantó la cabeza y me devolvió la sonrisa,entonces me dispuse a hablar.

-Hola,¿cómo estás? Que envidia has podido entrenar,yo hoy tenía examen y ahora después he organizado con algunos amigos ir a tomar algo, nada serio,puede venir quien quiera,puedes venir tú y venir con amigos,puedes venir sola,incluso puedes no venir y seré yo el que vaya solo,pero no sufras por mí sí, esto puede pasar,allí hay más gente y seguro que alguien quiere hablar conmigo o puedo hablar solo,además no se me da nada mal como puedes ver. Ahora en broma, cuento con que vengas y no acepto una respuesta, estoy aquí para llevarte.

Ella soltó una carcajada, yo la seguí, estaba seguro de que le gustaba, que esto que me pasaba era mutuo,me sentía como si hubiese terminado una carrera, las pulsaciones aceleradas, las piernas que me temblaban y mi sonrisa en la cara,sí, me sentía feliz. Cuando terminó de reír, mientras se hacía un moño y dejaba entre ver sus mejillas coloradas y el sudor,dejo caer las palabras de su boca como si no existiera fatiga en ellas.

-Cualquiera te dice que no con todo ese monólogo,tendrás que esperar a que me duche y me cambie o darme la dirección y nos vemos allí.

Entonces con la misma sonrisa que no podía retirarme de mi cara de extasiado me senté en el césped y sin decirme nada sonrió y se marchó. No sé si el tiempo se había detenido en mí o si ella era fugaz como las estrellas, porque en cuestión de unos minutos llegaba vestida como se visten las guapas que no quieren decirle al mundo que lo son,llevaba unos vaqueros cortos pero no demasiado cortos,una camiseta de tirantes de una carrera benéfica, unas sandalias de cuero,gafas de sol de espejo,el pelo mojado a un lado y un jersey en la mano de entre tiempo,llego sonriendo, parecía que no necesitábamos las palabras.

-Eh! Pink Floyd, te llevo en moto o cómo vamos.

Resonó en mis oídos sorprendiéndome por la espalda,pero sabía que era ella,ya la había visto llegar pero no quería quedarme mirándola y que ella lo viera.

-Pensaba ir en bici,pero prefiero que vayamos juntos,así que soy todo tuyo,te indicaré el camino o sabes dónde está la plaza de tierra,cerca de la casa de Marcos.

-Dando indicaciones no eres el mejor,pero sí sé donde dices.

Subimos a la moto y al subir no sabia donde agarrarme,sabia de donde quería hacerlo,pero no de dónde debía. Rápido me lo hizo saber.

-Pink Floyd!!  Cogete de mi cintura o detrás en el culo de la moto,estamos en nada allí, iré por la carretera para quitarme semáforos.

Se bajó la visera,metió rápidamente la marcha y efectivamente,no tardaríamos en llegar porque desde el primer acelerón hasta que redujo la marcha para detenernos al llegar a nuestro destino pensé que uno de esos adelantamientos saldría volando. Allí ya había llegado la gente y seguían llegando más y más,éramos una nube de humo espesa en la terraza de aquel bar, se acercaba la noche y cenamos un picoteo variado poco elaborado pero contundente. Fede nos invitaba a su casa a quien quisiera para continuar la marcha,estaba sólo a un par de calles de allí, mucha gente se animó y allí estaba ella, haciendo reír a un grupo de chicas con las que hablaba desde hacía un rato por lo que había estado observando,en ese momento cuando la miraba,me miró, le hice un gesto de si venia y me siguió, también vinieron las chicas con las que estaba,todo estaba siendo perfecto. Llegamos  a casa de Fede compramos botellas en la tienda más próxima,subimos y una terraza inmensa nos mostraba el barrio lleno de luces y de gente por las calles. Se destaparon las botellas,el hielo y los refrescos,se puso música de fondo, la gente seguía su marcha desenfrenada,entonces me llegó ese sudor frío sobre la nuca,las rodillas me flojeaban y notaba como la cabeza se me iba ligeramente, sí estaba melopeico,pero me sentía bien. En ese momento decidí que tenía que hablar con ella,antes de que la cabeza se me fuese del todo,la busqué con la mirada como ya había hecho antes,cual águila rapaz y enseguida di con ella,continuaba con ese grupo de chicas. Me acerqué le pedí que viniese un momento conmigo,al retirarnos me tropecé por mí estado y fue motivo de burla hasta que nos retiramos lo suficiente para hablar en privado.

Comencé a hablar titubeante, pero no por los nervios era que no había pensado nada y la borrachera me desviaba del tema o creo yo que ese era el principal motivo.

-Quería decirte,bueno o quería que supieras o comentarte,no así tampoco. Te lo estás pasando bien a todo esto que no te he preguntado.

Le dije con mi sonrisa de fanfarrón que tenía en ese momento. Ella no paraba de reírse, posiblemente de mí, que era el que estaba apoyado en la barandilla del balcón muy probablemente balanceandome, pero eso no es seguro.

-Estamos finos eh campeón, después cogemos un taxi o vamos andando para que te despejes y vamos al metro de las seis.

Yo no sé por qué en ese momento,me debí de sentir inspirado o me enterneci como el pan bimbo o yo qué narices sé, pero sin venir a cuento,saqué mi galanteria sin haber revisado si había pista de aterrizaje y de mi boca brotaron con fuerza,sin control alguno y sin pausa un porrón de palabras que me llevaron a la ruina.

-Ya recuerdo que quería. Quería decirte que llevo bastante tiempo observándote,no como un psicópata más bien como un padre,bueno no como un padre sino como un hombre,no quiero decir de manera lasciva,joder,no me aclaro bien. Voy a volver a empezar,me gustas,me gustas mucho cuando te veo,me gusta tu forma de actuar,me gustas y no sé nada de ti,pero sé que me gustas y que quiero saberlo todo de ti.

Entonces vi su cara y me dije por dentro ¡oh mierda! Intenté detener sus disculpas, excusas o cualquiera de sus respuestas negativas que sabían que iban a salir perfectamente pronunciadas por esos labios carnosos que la caracterizaban,pero en ese momento estaba tan lento que no pude y ella contestó.

-Esto no te lo tomes como algo personal,ni nada,pero te has equivocado de chica,eso es lo que te ha pasado,con otra mujer hubieses acertado,eres guapo, simpático, picaron y las chicas te miran,pero yo nunca voy a tener ojos para ti,porque soy lesbiana.

Os imagináis mi cara,imagináis mi puñetera cara,no os hacéis una idea de mi rostro cuando escuché lesbiana. Fue como una hostia que me quitó la borrachera de un soplo. No me sentí imbécil,ni mucho menos de hecho es que en ese momento no sentí nada,estaba,no sé cómo estaba,lo que sí sé es que perdí la oportunidad de ternerla entre mis sábanas.

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